domingo, 8 de octubre de 2017

Análisis FODA de práctica docente

Tabla de Análisis FODA.

Debilidades
Fortalezas

Retos
El maestro abusa del dictado.
Se dirige a los alumnos con respeto y educación.
No abusar del dictado.
No tiene control sobre los alumnos.
Está al pendiente de las opiniones de sus alumnos.
Buscar estrategias para el control del grupo.
Interrumpe a los alumnos.
Es consciente de lo que ocurre.
Respetar los tiempos de opinión de los alumnos.
Los alumnos hacen desorden.
Controla al grupo.
Buscar estrategias para el control del grupo.
Desorden general.
Les habla con educación.
Estrategias para el control del grupo.
Los alumnos tocan la flauta a destiempo.
Mantiene la calma.
Estrategias para el control del grupo.
El maestro golpea el escritorio.
Logra interesar a los alumnos.
No ser violento en clases.
Los alumnos bromean mucho.
No es impulsivo con los alumnos.
No darse a llevar con los alumnos.
No explica pero sí dicta.
Los mantiene entretenidos.
Explicar más.
Los alumnos se distraen.
Les da un poco de libertad para fomentar la autonomía.
Tratar de que los alumnos no se distraigan.
La maestra de inglés llegó tarde.
La maestra se mantiene firme.
Que la maestra no llegue tarde.
Los alumnos se salen del salón.
La maestra no es regañona con ellas.
Buscar estrategias para que los alumnos no se le salgan del salón


                Al revisar esta tabla es posible confirmar que por cada debilidad se abre un reto a vencer.

Tercer postulado de Saint Onge

1.       Basta con escuchar para aprender y hablar para enseñar? La dinámica de la relación pedagógica. André Paré dice que el acto de enseñar se dirige por la estructura interna de conocimientos que ha recogido como estudiantes.
2.       Desarrollar habilidades de observación, experimentación y análisis. El dominio del procedimiento científico es más útil que la memorización de los conocimientos científicos.
3.       Hay que aprender a aprender desarrollar las actividades para producir los propios conocimientos que sería el propio saber.
4.       Capacidad de aprender que depende del conocimiento ya adquirido.
5.       2do principio, lo que se aprende a hacer es inseparable de lo que se consiguió comprender.
6.       Learning by doing.
7.       Hay que hacer trabajar a los alumnos. ¿Está esto bien justificado?
8.       Las exposiciones dejan poco lugar a la participación del alumno, la atención disminuye.
9.       La exposición tiene ventajas de las que carece la discusión.
10.   El profesor con buenas exposiciones brinda a sus alumnos modelos para plantear problemas y establecer una serie compleja de relaciones que facilitan la comprensión.
11.   Son modelos de pensamiento útiles para el aprendizaje pero no suficientes. (Exposición y el debate)
12.   Las habilidades necesitan de conocimientos.
13.   El silencio no siempre es consecuencia de la apatía o el desinterés del alumno.
14.   El aprendizaje que se consigue estudiando no se reduce al registro de las disertación, supone atención y esta atención permite relacionar lo que se acaba de escuchar y lo que ya se sabe, además se prevé a dónde nos quiere llevar el profesor.
15.   La expresión oral sola puede revelar debilidad de pensamiento, debe estar enriquecida con la adquisición de los procesos de pensamiento. La exposición en esto puede desempeñar un papel importante.
16.   Organizar la enseñanza en función de las necesidades de los alumnos.
17.   Un debate suscita el interés por periodos de tiempo más largos que la exposición.
18.   4 consejos para asegurar que la enseñanza sea más completa. 1. Presentar la nueva materia en cortas etapas seguidas de ejercicios para los alumnos. 2. Dirigir los primeros ejercicios con la solución en común de algunos problemas conduciendo el procesos cognitivo de los alumnos con preguntas. 3. Continuar con las aplicaciones y los ejercicios hasta que los alumnos estén seguros de sí mismos en la solución de los problemas que les son propuestos. 4. Hacer periódicamente aplicaciones de los conocimientos adquiridos hasta que los alumnos los utilicen de forma espontánea.
19.   Los profesores no siguen los tiempos de los objetivos que se han fijado.
20.   Mejores exposiciones: Estructurar las informaciones, establecer relaciones, dirigir las operaciones intelectuales, llamar la atención sobre determinadas informaciones, crear sistemas de organización.
21.   Establecer operaciones para responder sobre la materia.
22.   La tarea de un profesor es compleja.
23.   La calidad del aprendizaje depende de la calidad de las actividades más que de la exposición.
El alumno aprende leyendo, organizando. El profesor enseña cuando facilita al alumno el captar los modelos para tratar el conocimiento y ejercitar su capacidad haciendo él mismo las operaciones que se le piden. Todo

Primer postulado de Saint Onge

Cuando se enseña se enseña algo a alguien. Captar y lograr la atención de los alumnos.  Despertar. Situaciones estimulantes para comprometer al alumno con su aprendizaje, pero no tan excitantes que aparten del aprendizaje. Crear la necesidad de aprender. Se ocupa objetivo, método y resultados. El docente debe conocer las características de sus alumnos. Las relaciones humanas no son estáticas. Es necesario despertar el interés. Debe haber un enlace con lo aprendido con anterioridad. Añadir eslabones a una cadena ya existente. Relacionar el contenido con hechos importantes en la vida de los alumnos.

Cuatro dimensiones del saber: historia, ciencia, tecnología y filosofía. Restablecer vínculos entre el saber y la experiencia. La actitud del maestro tiene cierto impacto en el alumno. Carga emotiva del aprendizaje. Estimular el éxito en el aprendizaje y corroborarlo. La enseñanza despierta más el interés que las mismas materias. Es tan importante el dominio de la materia como el conocimiento y la aplicación de diferentes técnicas de enseñanza.

Nociones en la educación básica

En este trabajo analizo el concepto de noción y las influencias que puede tener en las prácticas docentes de la educación secundaria. Para ello abordo el segundo capítulo de La educación puerta abierta de la cultura de Jerome Bruner en el cual trabaja sobre esta misma cuestión. Una noción es una idea vaga acerca de algo o una creencia no fundamentada acerca de cualquier ámbito general o específico. Un ejemplo de noción aplicado a la educación es el de la idea que un docente pueda tener acerca de los alumnos; un maestro puede tener la creencia de que los alumnos de secundaria son adolescentes que saben poco de la vida por lo que toda su práctica docente girará en torno a esta creencia no fundamentada.
Para Bruner estas nociones también pueden ser llamadas teorías intuitivas e influyen no sólo en la manera en que ejercemos nuestra práctica docente sino también en la forma en que nos relacionamos con otras personas. “Nuestras interacciones con otros están profundamente afectadas por nuestras teorías intuitivas cotidianas sobre cómo funcionan otras mentes. Estas teorías, que casi nunca se hacen explícitas, son omnipresentes.”[1] Las nociones que las personas suelen formular acerca de las personas, se basan la mayoría de las veces, en estas teorías no fundamentadas acerca del funcionamiento de la mente humana.
Según Bruner estas nociones acerca del funcionamiento de la mente se basan en la pedagogía popular que a su vez se basa en la psicología popular. “Las psicologías populares reflejan algunas creencias culturales sobre la mente profundamente asumidas. La psicología popular no sólo está preocupada por cómo funciona la mente aquí y ahora, también está ocupada con nociones sobre cómo la mente del niño aprende, e incluso qué la hace crecer.”[2] Sería interesante indagar en la pedagogía y psicología popular con las que comulgan los docentes de educación secundaria para así saber cómo enseñan y para quiénes creen que están enseñando. Estas creencias psicológicas están arraigadas en la mayorías de las personas que tienen algún grado de escolaridad, también sería interesante investigar las creencias psicológicas que tienen las personas de diferentes estratos sociales, edades y de diferentes niveles de educación, con la finalidad de conocer las creencias psicológicas más comunes en nuestro país.
Para Bruner todo lo que los docentes realizan con la finalidad de que se lleve a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje está determinado por las nociones sobre la naturaleza de la mente del aprendiz. Estas nociones son creencias que el docente construye a lo largo de su vida y a lo largo de sus experiencias como hijo, alumno, estudiante, docente, padre y miembro de la sociedad en general. Pero Bruner va un poco más lejos pues menciona también que el aprendizaje de un alumno puede estar determinado por las nociones que él mismo tiene del maestro. Por ejemplo el alumno puede creer que al maestro no le gusta su profesión y que sólo da clases por obtener su salario por lo que estas nociones influirán de manera directa sobre su comportamiento en el aula y su disposición para aprender.
Una de las propuestas enunciadas en este texto para superar la problemática de las nociones es equiparar a los profesores y a los padres con la mejor teoría disponible de la mente del niño. La dificultad que se presenta es saber cuál es la mejor teoría. Ante esta dificultad, Bruner propone empezar por reconocer las creencias de psicología o pedagogía popular que pueden estar operando en las mentes de padres y docentes para tratar de modificarlas. “Las pedagogías populares reflejan una seria de presupuestos sobre los niños: se les puede ver como afanosos y necesitados de que se les corrija; como inocentes y necesitando que se les proteja de una sociedad vulgar; como necesitando habilidades que sólo se desarrollarán mediante la práctica; como vasijas vacías que se deben llenar de conocimiento que sólo los adultos pueden aportar; como egocéntricos y necesitados de socialización.”[3] Todas las anteriores son nociones fundamentadas en la experiencia o en algún conocimiento teórico adquirido en algún momento de la vida; el punto es que estas nociones determinan las nociones de cómo enseñamos en nuestras aulas.
Detectar creencias es un trabajo muy enriquecedor que funciona tanto para reconocer las nociones sobre las que están trabajando los docentes, como para también conocer las creencias sobre las que los alumnos están intentando aprender. Bruner aduce que el trabajo con las creencias nunca concluye, “pero una vez que empieza suele haber un cambio correspondiente en lo que pueden hacer los docentes para ayudar a los alumnos.”[4]



[1] BRUNER, Jerome, La educación, puerta abierta del aprendizaje, Visor, España 1997, P.64
[2] Ídem.
[3] Ibíd. P. 67
[4] Ibíd. P. 67

Modelos de enseñanza

A continuación analizo de manera somera tres de los modelos de enseñanza más comunes en las escuelas de educación básica. Los dos primeros son los más fáciles de detectar. El primer modelo que abordo en este trabajo es el de la transmisión, que consiste en que el maestro posee el conocimiento de lo que va a enseñar y los transmite a los alumnos utilizando la palabra hablada. En este caso el alumno sólo es una especie de recipiente pasivo que sólo recibe el conocimiento y que debe tener disposición y poner atención. Una crítica que se le puede hacer a este modelo es que no se centra en el aprendizaje del alumno sino que pone en el centro al maestro y al conocimiento que transmite. Este modelo es que se conoce como “tradicionalista” y sólo se debe utilizar en algunas actividades y no debe ser el único modelo que el docente utilice.
El siguiente modelo que analizo es el que se conoce como condicionamiento y tiene algunas ventajas sobre el modelo de transmisión. Una de las desventajas que tiene es que le “resulta más eficaz poner atención en las «entradas» y en las «salidas» que en los procesos mismos.”[1] Cuando conocer y trabajar sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje también es importante para confirmar que el proceso se está llevando a cabalidad. En este modelo el comportamiento observable es importante ya que se le considera una “salida” de información pues el alumno debe comportarse según lo aprendido. Hay condicionamiento pues si se considera que el alumno no está aprendiendo recibe una baja calificación o un regaño. Se deriva de estudios sobre el aprendizaje de los animales, es mejor que el método tradicional pues se centra en el alumno, mientras que el método de transmisión se basa en el maestro y en el conocimiento. También se le considera pedagogía por objetivos. “La pedagogía por objetivos es la que mejor nos permite tomar conciencia de las distorsiones existentes -a veces considerables- entre lo que el maestro quiere que los alumnos adquieran (los objetivos generales y terminales) y lo que realmente ocurre en el que aprende (los objetivos operacionales).”[2] Sirve para que los maestros se aseguren de que están compartiendo fines y para saber si están aprendiendo lo que se requiere que aprendan. La desventaja de este método es que el alumno no logra explotar sus cualidades al 100% como en el caso del constructivismo que es el modelo que analizo a continuación.
En el constructivismo se busca el error para ponerlo en juego en el proceso de enseñanza aprendizaje. Los errores del alumno le interesan al maestro. El maestro es un facilitador del aprendizaje. Al alumno ya no se le considera un sujeto pasivo ni un robot que funciona con estímulos y respuestas sino un ser humano capaz de aprender a aprender y de estructurar su propio aprendizaje. Es el mejor de estos tres métodos pero el más difícil de emplear pues requiere conocer más a nuestros alumnos.



[1] ASTOLFI, Jean-Pierre, “Tres modelos de enseñanza”, en Aprender en la escuela, Santiago de Chile,  Dolmen/Estudio, 1997, pp. 127-133.
[2] Ídem.

sábado, 7 de octubre de 2017

Tradicionalismo en escuelas públicas

En este ensayo se aborda el tema de la exposición didáctica con la finalidad de entender en qué consiste esta práctica para proponer un tipo de exposición que sería el más adecuado para nuestras escuelas de educación secundaria donde impartimos clases. Es importante diferenciar lo que llamamos “tradicionalismo” de lo que, en este caso, estamos entendiendo por método expositivo, pues el primero es un término más amplio que incluye también algunas actitudes de los maestros tradicionalistas, como el autoritarismo y la supuesta ignorancia de los alumnos.
La exposición es el método de enseñanza más utilizado en las escuelas secundarias, pero también es el más criticado pues se le relaciona con prácticas educativas obsoletas o ineficaces. La exposición didáctica suele funcionar sólo como transmisión de conocimientos. “Para que la enseñanza sea pura transmisión de contenidos, hay que presuponer que el aprendizaje es una simple operación de registro. Pero,  para llegar a reducir el aprendizaje a estos términos, hay que ignorar el fenómeno de la comprensión y el proceso de creación de sentido.”[1] A los alumnos no se les debe considerar máquinas que graban conocimientos, sino que se les debe ayudar a comprender la finalidad de los contenidos y sobre todo aterrizar dichos contenidos a su vida para que los apliquen en su vida y les ayuden a resolver problemas cotidianos.
La exposición didáctica prácticamente nace con la escuela. “Los profesores y los autores de textos utilizaban la exposición como recurso para la gente que no tenía acceso a sus escritos. Ahora que abundan las posibilidades de acceso a la información, este recurso ha variado las características de su propósito original.”[2] La exposición didáctica ya no es una necesidad y es obligación del maestro buscar estrategias para combinar este método con otros.
En las clases debe haber interacción entre el maestro, los alumnos y el conocimiento. Las clases deben estar compuestas por actividades variadas, una sola actividad para toda una clase es poco pedagógico. “En la actualidad, con el fin de preparar a los alumnos para asumir los retos y roles en un mundo cambiante, los profesores enfrentan cada vez con más frecuencia la presión de reducir el uso de la exposición como método de instrucción, y generar en cambio un ambiente de trabajo más interactivo en el cual el alumno participe paralelamente en actividades colaborativas con sus compañeros.”[3] Por otro lado está comprobado que los alumnos aprenden más de sus compañeros que de sus propios maestros por lo que el maestro debe tratar der hacerlos participar a todos, incluso aquellos alumnos renuentes.
Como ya se dijo antes, no todo lo relacionado con la exposición didáctica es malo pues se puede intercalar con otras actividades. La exposición didáctica sólo es mala si se abusa de ella. “Sin embargo, cuando este método se aplica de la manera apropiada, con el contenido adecuado a los espacios de tiempo disponible e integrado con otras técnicas o estrategias didácticas, puede contribuir enormemente a un proceso de enseñanza aprendizaje efectivo, especialmente en aquellos cursos en donde se requiere cubrir mucho material.”[4] Lo que criticaríamos en este caso no sería la técnica expositiva sino el abuso de ella.
La función de este ensayo no es criticar la exposición didáctica sino tratar de llegar a una conclusión sobre la pertinencia de su uso. “Lo importante, entonces, no es señalar si la exposición resulta mejor o peor que otros métodos de enseñanza-aprendizaje, sino encontrar los propósitos adecuados para su uso.”[5] La exposición didáctica siempre se puede utilizar pero debe combinarse con otras técnicas y no usarla en todas las ocasiones.
A un maestro que sólo se dedica a hablar en clase se le puede considerar tradicionalista sólo si presenta algunos otros rasgos como el autoritarismo y el abuso de poder. “Comúnmente la técnica de la exposición se asocia con la excesiva presentación verbal (el “rollo”) que el profesor maneja durante la sesión de clase. En un sentido positivo, podríamos interpretar que el “rollo” corresponde al “desarrollo” de un tema, debidamente justificado en relación con los contenidos del curso. En sentido negativo, el “rollo” significa ideas poco claras y repetitivas cuyo único objetivo es ocupar el tiempo destinado a la sesión de clase.”[6] En nuestras escuelas de educación básica no sólo se utiliza el rollo para consumir de manera inadecuada el tiempo de clase, también se utiliza la revisión de trabajas o algunas dinámicas que pretenden que los alumnos sociabilicen. Con este ejemplo es posible concluir que no sólo la exposición didáctica puede ser inadecuada, sino también cualquier otra técnica que se utilice para consumir el tiempo.
 “El método expositivo que se vale del lenguaje oral es uno de los más antiguos. Si bien pudiera pensarse que con la invención de la imprenta su uso disminuiría, no fue así pues incluso en nuestra época se ha mantenido como una práctica común en los diferentes niveles del sistema educativo, incluyendo la universidad.”[7]
“En la actualidad, con las facilidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la información, el profesor puede estructurar y organizar un determinado material para hacerlo más accesible a sus alumnos bajo la modalidad de un texto escrito.”[8]
“En los últimos años se ha venido haciendo mucho énfasis en la necesidad de alternar el uso de la exposición con otras técnicas didácticas, incluso en una misma sesión de clase. Es decir, se alude a la necesidad del manejo de “exposiciones espaciadas” (Collins, 1997), donde la exposición se da en segmentos. Se hacen pausas en puntos lógicos de la exposición, donde el profesor se dirige a los alumnos (haciendo alguna pregunta o solicitando que lleven a cabo alguna actividad), para mantenerlos involucrados con el tema. De esta manera, la exposición puede resultar más dinámica.”[9]
“Esto permite, además, que los alumnos tengan tiempo para procesar y comprender el contenido manejado durante la exposición. Los profesores, por su parte, tienen oportunidad de darse cuenta si hay algo que no esté quedando claro. La exposición se asocia directamente a una actividad realizada por el profesor; sin embargo, se debe tener en cuenta que también puede ser empleada por los alumnos o bien, por alguna persona externa al grupo. Este escrito aborda el uso de la misma en términos del profesor, sin por ello perder de vista que igualmente cumple su función didáctica cuando es utilizada adecuadamente por algún otro sujeto del grupo o alguien externo al mismo.”[10]



[1] SAINT Onge, Yo explico, pero ellos ¿aprenden?,  SEP/FCE, México 2000, P.18
[2] http://www.sistema.itesm.mx/va/dide/inf-doc/estrategias/
[3] Ídem.
[4] Ídem.
[5] Ídem.
[6] Ídem.
[7] Ídem.
[8] Ídem.
[9] Ídem.
[10] Ídem.

Evaluación en Educación Básica

En el siguiente ensayo abordo un tema muy importante para la educación secundaria pues a partir de él se determina si los esfuerzos que se han invertido en el proceso de enseñanza aprendizaje han resultado como se esperaba o si se ha fallado en el algún punto.Habitualmente, cuando se habla de evaluación se piensa, de forma prioritaria e incluso exclusiva, en los resultados obtenidos por los alumnos”[1].  La cita anterior demuestra la noción común que se tiene sobre evaluación, para empezar a romper con esta noción es necesario decir que evaluar significa sobre todo un proceso integral, es decir, abarca el diagnóstico, el proceso y el resultado final. Es importante diferenciar evaluar de medir pues esto último es sólo asignar un valor numérico. Calificar también es dar un valor, pero dicha apreciación no es  necesariamente numérica.
                Otro aspecto importante es preguntarnos por lo que debemos hacer con la información que se obtenga a partir de los instrumentos de evaluación, una respuesta a esta pregunta puede ser que esta información “nos proporciona pautas para definir una propuesta hipotética de intervención, la organización de una serie de actividades de aprendizaje que, dada nuestra experiencia y nuestro conocimiento personales, suponemos que posibilitará el progreso de los alumnos”.[2] De tal manera que los resultados de las evaluaciones nos deben servir para futuras planeaciones.
Por otro lado el Plan de Estudios 2011 establece que “el docente es el encargado de la evaluación de los aprendizajes de los alumnos y quien realiza el seguimiento, crea oportunidades de aprendizaje y hace modificaciones en su práctica para que estos logren los aprendizajes establecidos.” Esta cita es muy importante pues al evaluar el maestro no sólo obtiene la calificación del alumno para saber si aprendió o no aprendió, sino que a partir de dicha evaluación, el maestro debe plantearse cambios en sus estrategias de enseñanza, los resultados de la evaluación deben intervenir pues de manera directa en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Aparte del Plan de Estudios es importante decir con Etelvina Sandoval que “los maestros de secundaria están permanentemente presionados por el tiempo y las múltiples actividades que tienen que realizar durante su jornada de trabajo y en cada clase.”[3] En esta parte me gustaría agregar que cuando se me pidió que hiciera la evaluación de comprensión lectora en este ciclo escolar con pocos días de anticipación se me dificultó pues fue en una época de mucho trabajo escolar, con este ejemplo trato de establecer que en la actualidad en el proceso de evaluación no sólo depende del maestro sino también de políticas educativas.

La definición que se establece en el Plan de Estudios nos dice que “la evaluación de los aprendizajes es el proceso que permite obtener evidencias, elaborar juicios y brindar retroalimentación.”[4] En esta cita lo más importante es que la calificación es una evidencia de un proceso en el cual no sólo se evalúa al alumno sino también al proceso y más allá de eso que también es importante que exista retroalimentación. Esta retroalimentación es un punto importante y hasta cierta manera problemático pues una vez que se obtuvo la información y se determinó que se actuará a partir de ella surge la pregunta, ¿qué estrategias se implementarán? “En el proceso de aplicación en el aula del plan de intervención previsto, habrá que ir adecuando a las necesidades de cada alumno las diferentes variables educativas: las tareas y las actividades, su contenido, las formas de agrupamiento, los tiempos”.[5] Aquí se establece que las actividades a planear partiendo de la evaluación se deben hacer considerando las necesidades de cada alumno.
En este punto de las necesidades particulares de los alumnos hago hincapié en una de las propuestas del Plan de Estudios 2011. “Durante el ciclo escolar 2011-2012 la boleta de evaluación para la educación primaria y secundaria incorpora Estándares de Habilidad Lectora y el criterio Aprobado con Condiciones. La aplicación de esta boleta reconoce la necesidad de realizar registros que permitan trazar trayectos de atención personalizada para los estudiantes.”[6] Aquí se vuelve evidente el intento de la reforma por personalizar el proceso de enseñanza aprendizaje a partir de la evaluación. La evaluación en general debe servir para mejorar. “La mejora de la práctica educativa es el objetivo básico de todo enseñante.  Y esta mejora se entiende como medio para que todos los alumnos logren el mayor grado de competencias según sus posibilidades reales”[7]. La evaluación nos sirve para conocer las capacidades reales de los alumnos.
Para ser más específicos respecto a lo que debemos evaluar en la escuela secundaria, el Plan de Estudios establece que lo que podemos evaluar son las competencias, los estándares curriculares y los aprendizajes esperados. “Una competencia es la capacidad de responder a diferentes situaciones, e implica un saber hacer con saber, así como la valoración de las consecuencias de ese hacer”[8]. Por lo que una evaluación basada en competencias no puede basarse en un examen escrito. Los estándares curriculares “son descriptores del logro y definen aquello que los alumnos demostrarán al concluir un periodo escolar; sintetizan los aprendizajes esperados que, en los logros que se organizan por asignatura-grado-bloque”[9]. Para entender los estándares curriculares nos remitimos a los estándares internacionales con los que se conoce el avance de los estudiantes.
Por último se establece que otro criterio para evaluar es el de los aprendizajes esperados los cuales “son indicadores de logro que, en términos de la temporalidad establecida en los programas de estudio, definen lo que se espera de cada alumno en términos de saber, saber hacer y saber ser; además, le dan concreción al trabajo docente al hacer contestable lo que los estudiantes logran y constituyen un referente para la planificación y la evaluación en el aula”[10]. Un ejemplo a aprendizajes esperados en la asignatura de español para segundo grado de secundaria es que al finalizar el primer bloque el alumno debe “emplear el lenguaje para comunicarse y como instrumento para aprender. Identificar las propiedades del lenguaje en diversas situaciones comunicativas. Analizar la información y emplear el lenguaje para la toma de decisiones. Valorar la diversidad lingüística y cultural de México”.[11] El ejemplo anterior de aprendizajes esperados tomado del programa deja claro que están determinados favoreciendo las competencias pues emplear el lenguaje es un saber hacer, identificar las propiedades del lenguaje es un saber y valorar la diversidad lingüística es un saber ser. Un examen escrito no nos serviría para obtener información acerca de los tres niveles de competencia por lo que para la parte de identificar propiedades puede realizarse un examen escrito, para la parte de habilidades se puede evaluar mediante un proyecto y la parte actitudinal se puede evaluar mediante la observación.
Como conclusión puedo dejar establecido que evaluar es obtener información tanto de los alumnos como de los procesos con la única finalidad de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje al realizar planeaciones dependiendo de las necesidades individuales de los alumnos. Según el Plan de Estudios 2011 lo que se debe evaluar son las competencias, los estándares curriculares y los aprendizajes esperados siendo diferentes los instrumentos que se pueden utilizar para cada necesidad.



[1] ZABALA Vidiella, Antoni, “La evaluación”, en La práctica educativa. Cómo enseñar, Barcelona, Braó (Serie Pedagogía, 120), 1998, pp. 203-231.
[2] Ídem.
[3] SANDOVAL, Etelvina, “La evaluación y los centros escolares. Calificaciones y prácticas escolares se secundaria”, en Seminario internacional de evaluación de la calidad de la educación básica. Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, México, México, SEP, 1999, pp. 146-160.
[4] Plan de Estudios 2011
[5] ZABALA Vidiella, Antoni, “La evaluación”, en La práctica educativa. Cómo enseñar, Barcelona, Braó (Serie Pedagogía, 120), 1998, pp. 203-231.
[6] Plan de Estudios 2011
[7] ZABALA Vidiella, Antoni, “La evaluación”, en La práctica educativa. Cómo enseñar, Barcelona, Braó (Serie Pedagogía, 120), 1998, pp. 203-231.
[8] Plan de Estudios 2011
[9] Ídem.
[10] Ídem.
[11] ESPAÑOL. Programas de estudio 2011.