domingo, 8 de octubre de 2017

Nociones en la educación básica

En este trabajo analizo el concepto de noción y las influencias que puede tener en las prácticas docentes de la educación secundaria. Para ello abordo el segundo capítulo de La educación puerta abierta de la cultura de Jerome Bruner en el cual trabaja sobre esta misma cuestión. Una noción es una idea vaga acerca de algo o una creencia no fundamentada acerca de cualquier ámbito general o específico. Un ejemplo de noción aplicado a la educación es el de la idea que un docente pueda tener acerca de los alumnos; un maestro puede tener la creencia de que los alumnos de secundaria son adolescentes que saben poco de la vida por lo que toda su práctica docente girará en torno a esta creencia no fundamentada.
Para Bruner estas nociones también pueden ser llamadas teorías intuitivas e influyen no sólo en la manera en que ejercemos nuestra práctica docente sino también en la forma en que nos relacionamos con otras personas. “Nuestras interacciones con otros están profundamente afectadas por nuestras teorías intuitivas cotidianas sobre cómo funcionan otras mentes. Estas teorías, que casi nunca se hacen explícitas, son omnipresentes.”[1] Las nociones que las personas suelen formular acerca de las personas, se basan la mayoría de las veces, en estas teorías no fundamentadas acerca del funcionamiento de la mente humana.
Según Bruner estas nociones acerca del funcionamiento de la mente se basan en la pedagogía popular que a su vez se basa en la psicología popular. “Las psicologías populares reflejan algunas creencias culturales sobre la mente profundamente asumidas. La psicología popular no sólo está preocupada por cómo funciona la mente aquí y ahora, también está ocupada con nociones sobre cómo la mente del niño aprende, e incluso qué la hace crecer.”[2] Sería interesante indagar en la pedagogía y psicología popular con las que comulgan los docentes de educación secundaria para así saber cómo enseñan y para quiénes creen que están enseñando. Estas creencias psicológicas están arraigadas en la mayorías de las personas que tienen algún grado de escolaridad, también sería interesante investigar las creencias psicológicas que tienen las personas de diferentes estratos sociales, edades y de diferentes niveles de educación, con la finalidad de conocer las creencias psicológicas más comunes en nuestro país.
Para Bruner todo lo que los docentes realizan con la finalidad de que se lleve a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje está determinado por las nociones sobre la naturaleza de la mente del aprendiz. Estas nociones son creencias que el docente construye a lo largo de su vida y a lo largo de sus experiencias como hijo, alumno, estudiante, docente, padre y miembro de la sociedad en general. Pero Bruner va un poco más lejos pues menciona también que el aprendizaje de un alumno puede estar determinado por las nociones que él mismo tiene del maestro. Por ejemplo el alumno puede creer que al maestro no le gusta su profesión y que sólo da clases por obtener su salario por lo que estas nociones influirán de manera directa sobre su comportamiento en el aula y su disposición para aprender.
Una de las propuestas enunciadas en este texto para superar la problemática de las nociones es equiparar a los profesores y a los padres con la mejor teoría disponible de la mente del niño. La dificultad que se presenta es saber cuál es la mejor teoría. Ante esta dificultad, Bruner propone empezar por reconocer las creencias de psicología o pedagogía popular que pueden estar operando en las mentes de padres y docentes para tratar de modificarlas. “Las pedagogías populares reflejan una seria de presupuestos sobre los niños: se les puede ver como afanosos y necesitados de que se les corrija; como inocentes y necesitando que se les proteja de una sociedad vulgar; como necesitando habilidades que sólo se desarrollarán mediante la práctica; como vasijas vacías que se deben llenar de conocimiento que sólo los adultos pueden aportar; como egocéntricos y necesitados de socialización.”[3] Todas las anteriores son nociones fundamentadas en la experiencia o en algún conocimiento teórico adquirido en algún momento de la vida; el punto es que estas nociones determinan las nociones de cómo enseñamos en nuestras aulas.
Detectar creencias es un trabajo muy enriquecedor que funciona tanto para reconocer las nociones sobre las que están trabajando los docentes, como para también conocer las creencias sobre las que los alumnos están intentando aprender. Bruner aduce que el trabajo con las creencias nunca concluye, “pero una vez que empieza suele haber un cambio correspondiente en lo que pueden hacer los docentes para ayudar a los alumnos.”[4]



[1] BRUNER, Jerome, La educación, puerta abierta del aprendizaje, Visor, España 1997, P.64
[2] Ídem.
[3] Ibíd. P. 67
[4] Ibíd. P. 67

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